Matagalls

Este domingo subí al Matagalls junto a alguno de mis hermanos y amigos montañeros.
Es la segunda vez que lo hago y quizás no la última (aunque en los momentos más duros, entre jadeos, cansancio, sudor y ganas de descansar, me jure que es la última vez).


Para empezar supone madrugar mucho (bueno, las 5:30h, que para mí es mucho), y coger el coche para acercarse a la zona. El camino está lleno de curvas y más curvas; y antes de empezar a caminar ya el cuerpo está mareado.
Pero pronto ves que hay más gente allí para hacer lo mismo, pues al fin y al cabo, se trata del aplec de Matagalls que hacen una vez al año y es muy conocido por la zona. Allí van personas de todo tipo y de todas las edades. Desde gente mayor (con nosotros iba un señor de ¡79 años! aunque hiciera algún tramo en coche), niños, bebés subidos en mochilas/canguro, señoras... hasta sus mascotas (que mucha gente iba con sus perros).



Pero cuando llegas a la cima, miras todo lo que te rodea y ves que lo merece. Que tener las vistas que te dan las montañas, es algo por lo que vale la pena madrugar y darse el palizón de caminar cuesta arriba.



El camino, en sí, ya tiene imágenes estupendas para retratar, pero aquí he de decir, que para mí era una excusa perfecta para descansar un poco y coger aire, porque el grupo con el que subí, iba a todo ritmo y casi no me permitía fotografiar todo lo que me rodeaba. Si hubiese ido sola, creo que hubiese tardado unas horas más en llegar arriba, porque me habría parado cada dos pasos.



Cuando llegas arriba, y has mirado todo alrededor, buscas donde sentarte a descansar y comer algo. Pues tienes un montón de hierva donde descansar y observar los montones de mariposas que iban de flor en flor (lo que me costó que ésta se estuviera quieta...)



Allí arriba suben también un burro y una mula cada año. No sé de quién son, ni su función (creo que suben las cajas con material del aplec y las cosas que necesitan para hacer la misa -porque hay misa incluida-), pero allí están pastando tranquilamente con sus campanillas colgando y mirándonos como queriendo decir: -no es para tanto....



Y quizás no sea para tanto, pero aquí una servidora, no está muy entrenada porque el tema deporte/esfuerzo le suena lejano. Así que se dedica a escribir estas letras esperando que pronto pasen las agujetas.
Por cierto, pensaba llevar mi nueva cámara, pero pesa mucho y no sabía si sería capaz de caminar con ella sin caerme encima o si acabaría agotada de cargarla, así que las fotos están hechas con la compacta se siempre... menos es nada.



Espero recuperarme pronto, porque mañana me voy de viaje y creo que también me va a tocar caminar mucho y pasar calor.
Pero eso será otra historia....